Las balsas de las hormigas de fuego a escaner

Además de feroces las hormigas de fuego son capaces de auto organizarse para crear estructuras con su propio cuerpo.

David Hu, del instituto de tecnología de  Georga formando equipo con Paul Foster y Nathan Mlot ha llevado a cabo una investigación sobre las estructuras fuertes y ligeras que son capaces de realizar las hormigas para crear balsas que les permiten sobrevivir a inundaciones y proteger a su reina.

 

Utilizando un escaner o Tomografía computerizada analizaron las conexiones individuales que forma cada hormiga con sus vecinas, utilizando sus cuerpos como las vigas de un edificio. Los investigadores descubrieron que como media, cada hormiga esta conectada con alguna compañera por 14 puntos, cada hormiga conecta sus seis patas con alguna vecina, y recibe el contacto en 8 puntos de su propio cuerpo, procedente de las patas de sus compañeras. Concretamente las hormigas más grandes participan en más de 20 contactos, mientras que las más pequeñas solo en 8, las cuales se colocan rellenando los huecos que quedan entre las grandes.

 Prácticamente el 99% de las patas de la colonia quedan conectadas con otra hormiga, y ninguna hormiga queda libre.

David Hu

Otro dato relevante es que nunca quedan situadas dos hormigas en paralelo, sino formando ángulos entre si, indicando su sentido de la orientación, utilizando además sus patas a modo de gato, empujándose unas a otras para aumentar la distancia y reducir la densidad del conjunto.

Intrigados, los investigadores utilizaron un microscopio electrónico de barrido para ver como se producían estas conexiones, y concluyeron que en pocos casos utilizan sus bocas para agarrarse, si no únicamente las patas, gracias a pequeños ganchos en sus pies y a las almohadillas adhesivas que también las permiten ascender por paredes verticales.

La investigación da como resultado datos muy interesantes que pueden ser aplicados en la ingeniería de materiales, ya que acaban siendo estructuras que repelen el agua, elásticas y reorganizables.

El estudio se describe en la revista The Journal of Experimental Biology con el título : How fire ant architects connect to build balls